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Se les dijo y se les advirtió

El Covid-19 sigue siendo una amenaza latente que parece no tener un fin a corto plazo.

Por: Evieth López Pinedo

Muchos pensaron que al llegar un nuevo año se olvidaría y quedaría atrás todo lo vivido en el 2020 por culpa de la pandemia generada por el Covid-19, pero, por el contrario, la situación cada vez sigue empeorando en las ciudades de Colombia; cuan equivocado estábamos.

En mi anterior columna, les mencioné sobre mi angustia ante el creciente número de casos positivos por Covid-19 de las últimas semanas, y como consecuencia de esto, la red hospitalaria cada vez está más colapsada y con menos capacidad para atender a las personas que necesiten atención inmediata o una cama UCI. Ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Santa Marta y por supuesto Riohacha, se encuentran casi al tope de ocupación en las unidades de cuidados intensivos.

A pesar de todas las advertencias realizadas por los entes de salud y gremios de médicos colombianos sobre un nuevo pico de la pandemia, que traería consigo un aumento de contagios y muertes en el país, todos los sitios turísticos fueron habilitados y siguieron su funcionamiento con total normalidad para los días de semana santa. El pasado 2 de abril, La Guajira ya mostraba un preocupante 70 por ciento de ocupación de camas UCI, lo que obligó a las autoridades a declarar la alerta roja hospitalaria en el departamento, pero, a pesar de eso, las nuevas medidas tomadas por las autoridades parecen ser solo paños de agua tibia, puesto que los números siguen en aumento y la situación preocupa a toda la población.

Para nadie es un secreto que el sistema de salud de nuestro país es deficiente, siempre lo ha sido, y ahora por el momento coyuntural que vivimos, esas deficiencias han salido más a flote. Los médicos trabajan con las uñas, sin insumos necesarios para la atención debida de pacientes. Los hospitales carecen de la infraestructura necesaria e indispensable para atender a las personas. El gobierno no hace nada por mejorar las condiciones de estas y las EPS por su parte, siguen prestando un servicio insuficiente y pobre a sus usuarios.

Con todo lo que está pasando en este tercer pico de contagios ¿la población está asustada porque el sistema de salud está colapsando? ¿por qué estarlo? si éste siempre estuvo colapsado. Siempre faltaron camas en las UCI, insumos, reactivos, médicos, especialistas y todo tipo de trabajadores de la salud, solo que ahora puede afectarles a todos por igual y eso les preocupa.

El virus se sigue propagando y no estamos poniendo de nuestra parte para evitar el contagio masivo de la población. Los casos aumentan, el numero de personas muertas por día a causa del virus sigue elevándose y los habitantes de las ciudades costeñas parecen aún no entender la dimensión de la pandemia en la que estamos inmersos. El Covid-19 no distingue de raza, cultura, poder o riqueza, así como la muerte tampoco lo hace, nos llega a todos por igual y en cualquier momento, por esa razón debemos cuidarnos entre todos, ya que los números de estos últimos días son bastante alarmantes y no se ve una disminución de estos en los próximos días.

Se les dijo y se les advirtió que esto pasaría si seguimos haciendo caso omiso al uso de tapabocas, los protocolos de bioseguridad, distanciamiento y a las aglomeraciones, sobre todo en sitios cerrados que son propicios para la transmisión de Covid. Esto no se trata solo de medias implementadas por las autoridades, esto es personal, un problema que nos compete a todos y cada uno como individuo.

Correo: eviethlopez@gmail.com

Twitter: @eviethlopez

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